Seguramente me has escuchado decir varias veces durante las clases de yoga que "observes sin juzgar" y tal vez un igual número de veces te habrás podido preguntar qué significa esto... Varios practicantes me han hecho esta pregunta y por eso hoy he querido hablarte un poco de lo que quiero decir con esta frase.
"Observar sin juzgar" es estar realmente presente, en conexión con tu ser interior, más allá de tus pensamientos, emociones, roles y creencias.
Estar presente es observar de manera atenta lo que está pasando en cada "aquí y ahora" y por eso la práctica de yoga es un muy buen medio para realizar esta contemplación, ya que durante la relajación, los ejercicios de pranayama y la práctica de asanas observas cómo se siente estar en tu cuerpo, tu respiración, e incluso tus pensamientos y emociones de cada momento.
La conexión con tu verdadero ser se logra cuando, además de estar presente, observas tus pensamientos y emociones con desapego, es decir, como si no fueran tuyos y simplemente observas que ocurren de forma imparcial e independiente. Esto significa que los aceptas como son, evitando categorizarlos (como buenos / malos, agradables / desagradables, lindos / feos, etc.), puedes sentir agradecimiento por ellos, porque hacen parte de tu experiencia como ser humano, y entender los aprendizajes que te están dando.
La meditación es una herramienta que te da la oportunidad de poner esta práctica este estado de consciencia.
Tu verdadero ser se comunica muchas veces a través de lo que sientes en tu cuerpo ("corazonadas", "mariposas en el estómago" y otras sensaciones relacionadas), como expresión de tu intuición y sabiduría interna para tomar las decisiones que más le convienen a tu proceso de crecimiento personal.
De igual forma, tu verdadero ser es diferente a tus roles sociales como madre/padre, esposa/esposo, tu profesión o actividad. Es importante volver a esa conexión con tu ser interior más allá de lo que se espera que hagas en función de estos roles. No se trata de lo que haces, sino de lo que eres, recuerda que la persona más importante para ti eres tú misma(o).
Finalmente, tus creencias. Normalmente nuestros pensamientos, acciones y decisiones se basan en nuestras creencias, sobre todo las inconscientes, aquellas que absorbimos de nuestro entorno durante los primeros 6-7 años de vida. Lastimosamente, muchas de estas creencias son desempoderantes: "no puedo", "no soy lo suficientemente buena(o)", "no sirvo para eso", etc.
A través de la meditación y de escuchar u observar tu intuición puedes llegar a hacer conscientes estas creencias para cambiarlas por las que te permitan expresar el potencial de tu verdadero ser, a fin de cumplir tu propósito y experimentar la felicidad. 🎁
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