El título de este blog me hizo recordar una ocasión en la que pasé el día entero con mi sobrinita de 6 años; solo ella y yo, como no pasa a menudo. Nos divertimos mucho llevando a su hermana al jardín, bailando, cocinando, haciéndonos mascarillas en la cara y paseando por el parque, entre otras cosas.
Caminando en medio de los árboles, ella me dijo, de repente: "¡Tía!, ¿meditamos?". La pregunta me sorprendió gratamente, porque meditar no hace parte de las actividades que normalmente realizamos juntas. Así que comenzamos a buscar un sitio para sentarnos. Finalmente regresamos a casa porque en el proceso de búsqueda terminamos recogiendo basura del parque, pero esta es una historia diferente que puedo contarte en otro momento...
Una vez en casa, saqué los cojines de meditación y los ubiqué cerca del ventanal, con orientación al hermoso atardecer que ambientaba ese místico momento. Nos sentamos, cerramos los ojos, respiramos profundamente y, cuando iba a comenzar a guiar el ejercicio (haciendo mi mejor papel de maestra), ella me pregunta: "¡Tía!, ¿qué es meditar?". Jajajaja, ¡definitivamente me encanta la transparencia y apertura de los niños! 🥰
Conecté con esta historia porque creo que, así como a mi sobrinita, nos pasa a muchos en este lado del mundo. Yo debo confesar que no tenía idea de qué era meditar hasta que comencé a estudiar Yoga.
Unas personas quieren meditar porque han escuchado que genera muchos beneficios, pero no saben qué es ni cómo se hace. Hay otras que lo intentan, y dicen que no pueden porque no logran poner la mente en blanco. También hay quienes se han cerrado a la posibilidad de explorar la meditación porque les han dicho que es un medio de posesiones demoníacas e incluso, sé de varias iglesias que prohíben meditar. Y en medio de estos dos extremos hay una amplia gama de creencias...
Lo cierto es que la meditación es una práctica de observación constante de la mente inherente a nuestra condición de seres humanos, que nos permite conocernos más allá de los pensamientos, emociones y creencias.
Aun cuando las referencias históricas más antiguas que se han encontrado sobre la meditación están en los Vedas, el cuerpo de conocimiento de la tradición india, se cree que la meditación es mucho más antigua.
La meditación, como práctica de entrenamiento de la mente para encontrar y experimentar nuestro ser esencial (el espíritu), fue incorporada en tradiciones filosóficas de oriente como del hinduismo, el budismo y el taoísmo (en India, China y Japón); y luego influenció otras corrientes como el Islam, el judaísmo (en la Torah, los primeros 5 libros de la Biblia, se describe al patriarca Isaac yendo a meditar al campo) y el cristianismo (con practicantes como San Agustín o San Francisco de Asís).
En Europa, la meditación fue tema de interés de filósofos e intelectuales como Voltaire y Schopenhauer; y llegó a América en la segunda mitad del siglo pasado con una connotación menos religiosa. Se consideró una tendencia de la nueva era cuando los Beatles declararon que meditaban y se ha conocido como Mindfulness, desde que entró a hacer parte de las técnicas de cuidado de la salud con la creación del Centro de Mindfulness en la escuela de medicina de Massachusetts, en 1979.
Y después de este resumen histórico (que espero hayas encontrado interesante, como me parece a mí), te puedes estar preguntando: ¿cómo se medita? y ¿qué beneficios se obtienen al meditar?
Pues bien, hay muchos métodos y todos implican ejercitar la concentración en un objeto tangible o intangible.
En la foto de arriba están algunos de los pasos para meditar que enseña Swami Sivananda, fundador de la tradición con la que he estudiado Yoga, y la postura que normalmente se asocia con la meditación. No obstante, también se medita caminando, con el cuerpo relajado sobre el suelo o en cualquier otra posición en la que se encuentre quietud.
Beneficios de la meditación para la salud física, mental y emocional:
Estas son algunas estadísticas de los estudios realizados por The Good Body, un sitio especializado en investigación, casos de estudio y análisis de productos relacionados con la salud.
La práctica de meditación redujo el tiempo de insomnio en por lo menos el 50%.
Las personas con dolor de espalda que meditaron mejoraron la habilidad de ejecutar sus tareas diarias en un 30%, en comparación con aquellas que solo tomaban medicamentos.
Redujo las recaídas de depresión en un 18%.
Aminoró el 73% de los síntomas de desórdenes de estrés post-traumático.
Incrementó en un 43% la telomerasa, la enzima que retrasa el envejecimiento.
29% de los practicantes de meditación redujeron los niveles de ansiedad.
80% redujo su presión arterial.
60% mejoró sus niveles de energía.
50% mejoró su memoria y concentración.
Beneficios de la meditación en el ámbito corporativo:
La revista Forbes, lista 6 beneficios probados de la meditación en el lugar de trabajo:
Reduce la tendencia al prejuicio y la discriminación, mejorando la empatía y la compasión.
Mejora la cognición, incrementando la habilidad de mantener la atención y concentración.
Contrarresta el estrés y el agotamiento, reduciendo los niveles de cortisol en el cerebro y el cuerpo.
La meditación grupal mejora la colaboración, creatividad, innovación y calidad del trabajo.
Mejora la memoria.
Ayuda a dominar las reacciones emocionales.
Un estudio realizado en H.A. Montgomery Company, una planta química en Detroit, mostró que el ausentismo se redujo en un 85%, los accidentes de trabajo bajaron un 70%, la productividad incrementó en 120% y las utilidades en ¡520%!
Beneficios de la meditación en el ámbito educativo:
Abajo encontrarás algunos resultados de las encuestas realizadas por Mindful Schools a sus estudiantes de cursos de mindfulness. Mindful Schools es una organización de California que trabaja por la creación de ambientes de aprendizaje conscientes y centrados en el corazón para nutrir una nueva generación de líderes que construya un mundo más equitativo y próspero.
Y para cerrar las estadísticas, quiero compartirte una que me encanta por su simplicidad y profundidad:
El gurú indio Maharishi Mahesh Yogi, quien introdujo la práctica de meditación trascendental en occidente, afirmó que si solo el 1% de la población meditara, el mundo se convertiría naturalmente en un lugar más positivo y pacífico.
Esta afirmación fue probada en 12 ciudades norteamericanas, en las cuales bajaron significativamente los crímenes y otros actos de violencia, una vez el 1% de sus habitantes practicó meditación.
Así que, ¿qué esperas para comenzar a meditar?
Hoy es luna nueva, un momento propicio para iniciar nuevas intenciones. Y para ayudarte a comenzar tu práctica de meditación, he creado nuevas clases online de meditación y de técnicas de respiración (pranayama).
Encuentra todos los detalles de las clases aquí e inscríbete en el siguiente ciclo de prácticas de meditación haciendo clic aquí.
También te invito a practicar alguna de las meditaciones de luna llena que encontrarás en mi canal de YouTube.
Aquí te comparto la meditación de luna llena para principiantes que compartí en octubre de 2022 .
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